No me arrepiento de nada y te doy las gracias vida mía por tantas noches tan queridas, por los rasguños y apretones que me inyectaban alegrías, no me arrepiento de nada por que llorar ya no puedo, eso que paso con tantas ganas me lo llevo yo, muy dentro, me voy por un tiempo con la dignidad en mi bolso, ahora solo me queda los recuerdos que alimentan en la mente de esas noches en tu cama que las recuerdo con amores y si acaso sale una lagrima, no creas que es de dolores, es que lo que vivi contigo fue estar conmigo misma sin tapujos ni mentiras, este arroz no se coció, vivi noches muy largas rascándote la espalda, escuchándote durmiendo mientras acariciabas mi panza, no me arrepiento de nada y confesarte lo que siento es lo mejor que pude haber echo aunque me arrancara el alma y la dejará debajo de tu cama.
