martes, 23 de noviembre de 2010

cámara lenta


    Mientras estoy en una noche de frío no dejo de sentir ese ambiente cálido en algún café que no recuerdo su nombre, un sorbo a mi bebida caliente, uno a tu bebida fría, tratando de arreglar el mundo, nuestro mundo.

Jugando a ser una mujer, por dentro una niña emocionada soñadora y esperanzada a que den el primer paso,  sensaciones nunca sentidas, anestesiadas por  la madurez que representa el "esperar" por algo para no correr e ir paso a paso.

Al salir un repentino escalofrío me hace acercarme a ti como si fuéramos un imán, sin darnos cuenta estamos si estar, un cariño sugerido un amor condicionado, con miedos y reservas andamos tres pasos y regresamos a nuestro estado de alerta, dos responsables adultos cuidándose cada quien de cada uno.

Como testigo una luna de noviembre, que se burla de mi pensamiento mágico y me grita  con todos sus cráteres que despierte - que despierte, lo que tiene que ser será sin provocar, sin presionar.

Termino mi día con mis reservas, con mi misma, planeando la próxima en una película o una reunión, acepto la condición, esperar es lo único que me queda y no me gusta, pero disfruto sin duda de la Cámara Lenta.