martes, 19 de noviembre de 2013

across the universe




Neblina de madrugada que invita abrazos grupales fraternales en un 5to piso de una zona conocida de la cuidad, caminatas en medio de las nubes nocturnas para culminar abrazada de una almohada con olor conocido.

Continuar a la mañana siguiente con pecados emocionales y salir grupalmente hacia los arboles que te invitan a acercarse cada vez mas por una ráfaga de viento frío que acarician las mejillas frías de los acompañantes.  Sacar el antivegetarienismo en su máximo esplendor con tacos rojos y mordidas de chile habanero con olor a leña seguido de caminatas pueblerinas turisteando y comadreando.

El olor fresco a naturaleza viva y ver la grandiosidad de una planicie con un par de rocas tendidas en medio de la nada para irte acostar con una piedra como almohada y ver como rescatar a los chiquillos colgados del alambre de una piedra a otra.

Ir carretereando con la guitarra en la mano, cantando y recordando melodías conocidas por cada uno, en diferentes tiempos mientras la manejada se hace más amena con paisajes de bosques conocidos y across the universe en acústico cantando en una voz sutil  mientras hace presente la señora luna color dorado a medio obscurecer y en cada uno de los corazones de los tripulantes salia  el "  Nothing's gonna change my world " desde el centro del pecho y voltear hacia una gama diferente de colores con luz de día y por el otro lado la noche que te invita a recostarte en su  nube y las sabanas de chocolate sin sentimientos culposos por sustancias embriagantes.

Concluyendo con el apasionado amor de dos gatos en la parte trasera del carro dedicándose canciones y recordando tiempos aquellos con miles de fans cantando la de volcán.



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